¿Eres Creativo o Innovador?
Creatividad:
Es crear, producir algo de la nada, establecer, fundar, introducir por vez primera algo; hacerlo nacer o darle vida, en sentido figurad. Así como nuevas formas de mirar problemas existentes, o de encontrar nuevas oportunidades, explotando tecnologías emergentes o cambios en el mercado.
Innovación:
Mudar o alterar algo, introduciendo novedades, modificación de un producto, y su introducción en un mercado. Es la explotación exitosa de nuevas ideas. El proceso que trae consigo nuevos productos, servicios, nuevas formas de dirigir los negocios e incluso nuevas formas de hacer negocios.
La principal diferencia entre la creatividad y la innovación es el enfoque.
La creatividad tiene que liberar el potencial de la mente para concebir nuevas ideas, de hacer cosas que no existen. Los conceptos que puede manifestar tienen distintas formas o pueden considerarse experimentos dentro de la propia mente. Es el proceso mental subjetivo que permite hacer algo nuevo.
La innovación, por otra parte, es completamente medible. La innovación es acerca de la introducción de cambios en sistemas. Es preocuparse por hacer una idea viable. Mediante la identificación de una necesidad no reconocida y no satisfecha, una organización puede utilizar la innovación para aplicar sus recursos creativos para diseñar una solución adecuada y obtener un retorno de su inversión.
Según William Coyne:
"La creatividad es pensar en ideas nuevas y apropiadas, mientras que la innovación es la aplicación con éxito de las ideas dentro de una organización. En otras palabras, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso “.
En conclusión no es lo mismo, pero se complementa, además existe un elemento más, muy importante entre estos dos conceptos.
El Diseño
Es el puente que conecta la creatividad con la innovación. Formula ideas que se convierten en propuestas prácticas y atractivas para usuarios y clientes. El diseño puede ser descripto como la creatividad desplegada para un fin específico. Para sacar el máximo partido a una idea y es necesario contar con la ayuda idónea de un especialista que sea capaz de entender y conceptualizar la idea y mostrarla gráficamente para poder innovar.
En ocasiones, la brecha de oportunidad para la innovación se encuentra de manera casual, como fue el caso del desarrollo del velcro.
Esa cinta está conformada por pequeños ganchos que se atoran en la otra parte de la cinta. Su inventor, el ingeniero suizo Georges de Mestral, ideó este producto porque acostumbraba realizar largas caminatas por el campo y con frecuencia tenía que quitarse de los pantalones pequeñas ramas que se enganchaban a la fibra de la mezclilla.
Al colocarlas al microscopio, observó que se adherían gracias a los minúsculos ganchitos de la hojarasca.
El momento de eureka fue relativamente corto, pero el inventor tardó décadas en obtener una máquina capaz de fabricar el velcro, pues no existía la tecnología necesaria para crearla.
Por ello, esta innovación tan útil hoy, tardó varios años en comercializarse. La innovación no acaba en una genial idea, por el contrario, las buenas ideas son apenas el principio de la innovación
Así que no importa si te gusta crear cosas, o bien eres de los que son innovadores y se les da bien el llevar un proceso y modificar patrones, lo cierto es que se complementan, no puede haber innovación sin creatividad y creatividad sin innovación sólo quedará en nuestra mente.
